Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amparo

La talla de este Nazareno es sin duda una de las mejores y más destacadas de la Semana Santa pacense, pues es de un gran valor histórico y artístico. Data de finales del S. XVI o principios del XVII, y se desconoce su autor; y aunque sobre este punto se han vertido diversas hipótesis,no existe ningún dato concreto al respecto, coincidiendo, eso sí, los entendidos en que debe ser obra de uno de los maestros imagineros de su tiempo.
La imagen sufrió daños en la Guerra de la Independencia, que fue especialmente violenta en la zona de Badajoz, y posteriormente en la Guerra Civil, en la que parece que sufrió alguna mutilación, posiblemente en una pierna, y fue restaurada en 1939 por el profesor y escultor D. Ramón Cardenal, y posteriormente en 1956 por D. Santiago Arolo Viñas, asesor artístico de la Hermandad, quien modifica las posiciones de la cabeza y manos, además de hacer otras variaciones como cambiar la posición de la cruz, ya que durante algún tiempo daba la impresión de que la llevaba al revés. La última restauración de la imagen se realizó en 2002 en el taller pacense de Dª María Domínguez Heredia.
El Cristo tiene varias túnicas que luce de forma periódica, siendo algunas de gran valor;la más antigua, pasada ya a nueva tela, data de 1947 y es de terciopelo morado bordado en oro, representando motivos florales y símbolos de la Pasión; es también muy destacable la túnica blanca de terciopelo bordada en oro, estrenada en 1954; posee, asimismo, otra de camarín, muy sencilla, de terciopelo morado con galones de oro. La imagen lleva también un cíngulo de oro y cordón del mismo material rodeando su cuello, destacando un valioso broche con una piedra preciosa engarzada en oro.
La imagen se representa caminando,con el peso echado sobre la pierna izquierda, que está más adelantada. La Cruz se realizó en madera y fue estrenada en 1947, es cilíndrica, y sus extremos están rematados con unas magníficas cantoneras de plata dorada y repujada. La Cruz va algo levantada, pues el Nazareno va ayudado por una imagen de Simón de Cirene, meritoria obra de Santiago Arolo, estrenada en 1977, y que vino a sustituir la anterior imagen del Cireneo del S. XVII o XVIII, que debió perderse en alguna de las contiendas mencionadas.
La tercera figura que completa el paso es la de la Virgen del Rosario, importantísima y magnífica imagen que en el S.XVI tenía su propia Cofradía, denominada de “Nuestra Señora del Rosario”, con título de Pontificia. La imagen, con pelo natural y tocada con una sencilla blonda, viste un antiguo vestido de terciopelo negro y dorado y manto de terciopelo azul, y estrenó en 1996 una diadema de plata repujada y un nuevo manto de terciopelo negro bordado en oro. Con esta imagen de expresión serena y maternal se representa el encuentro de Jesús con su madre en la calle de la Amargura.
Las andas del paso merecen mención aparte, pues son sencillamente impresionantes. Se compraron en 1956 a la prestigiosa Cofradía sevillana de Montesión, encargada de llevar la Oración en el Huerto en esta ciudad, lo cual explica sus grandes dimensiones. De estilo barroco y talladas en madera, se comenzaron a dorar en 1957 por los artistas Antonio Flores y José Benítez, de Casa Artes de Badajoz. Están divididas en doce tramos separados por otros tantos cuerpos; entre ellos destacan las magníficas esquineras y los cuerpos centrales laterales, representándose en estos últimos escenas de la Pasión (Beso de Judas, Flagelación, Coronación de espinas, Cristo Nazareno se encuentra con su Madre, Piedad y Traslado al Sepulcro), mientras que en el frontal aparece el escudo de la Hermandad. Los respiraderos suponen de igual modo un trabajo de gran calidad artística, representando motivos vegetales a los que se añaden detalles frutales, logrando un aspecto exuberante en los laterales, en los que sobresalen el escudo de la Cofradía y la Cruz de Santo Domingo, mientras que en el frontal aparece el escudo real, y en la trasera, el papal. El paso está rematado con una pequeña crestería también barroca, y sobre él, cuatro enormes candelabros de siete brazos con guardabrisas situados en las esquinas, complementados por otros dos de cinco brazos situados a los lados de la imagen, todos ellos tallados y dorados al estilo barroco.
Sus nazarenos visten túnica blanca con ribete y botonadura morada, capirote morado con el escudo de la Cofradía a la altura del pecho, capa blanca con el escudo del Cordero (símbolo del Obispado de Badajoz), cíngulo amarillo y guantes blancos. Portan el paso 10 empujadores, pues este es el único paso de la Semana Pacense que va a ruedas, debido al delicado estado del paso. Su capataz es D. Alfonso Saavedra García.

Santísimo Cristo de la Fe

La imagen del segundo paso de esta Cofradía representa a un crucificado muerto y con la lanzada sangrante en el costado. Se trata de una talla de autor desconocido, donada por D.Luis González Barrientos y por Dª. Antonia Cardos Herrera, situándose su creación en el S. XIX.
Desfila con la Cofradía desde su refundación en 1939, aunque su nombre se añadió posteriormente en el título de la Hermandad. Fue restaurado en el año 2002 por Dª María Domínguez Heredia en sus talleres de Badajoz.
La talla, de tamaño un poco menor al natural, está bien proporcionada, destacando por su gran fuerza y realismo. La sangre, los párpados oscurecidos, la posición vencida de la cabeza o el amoratamiento de las rodillas añaden patetismo a la sobrecogedora imagen. Ésta va adornada por unas originales potencias y una corona de espinas, ambas doradas. La cruz fue sustituida en 2001 debido al mal estado de la anterior, que sufrió una plaga de carcoma, por lo que las costaleras del paso decidieron encargar una nueva, sufragando ellas mismas los gastos.
El paso sobre el que desfila la imagen está confeccionado en madera tallada en color
natural, sin dorar ni policromar, de estilo clasicista, aunque adornado por algunos detalles barrocos. Es obra de los artistas locales D. Santiago Arolo Viñas, que realizó el diseño, y de D. Ramón García Mora, que lo talló. La imagen del Cristo descansa sobre el cuerpo superior de la canastilla, llevando en el frontal, en metal dorado, el escudo de la Cofradía. Los respiraderos del paso llevan catorce medallones dorados y repujados que fueron aprovechados del antiguo paso de esta imagen, en los que se representan las estaciones del Vía-Crucis, destacando las que hacen de esquineras en el paso. Entre ellas, casetones tallados con decoración barroca y rematados cada uno de ellos por pequeños medallones con simbología de la Pasión. Rematando el paso, encontramos cuatro estupendos blandones tallados y situados en las esquinas, en los que se apoyan grandes velones rojos, además de dos magníficos faroles situados a los lados del Cristo y que completan la iluminación con luces también rojas. En la decoración del paso, por lo tanto, destaca el rojo por encima de todo, pues también los arreglos florales se realizan con claveles rojos, siendo igualmente rojos los faldones de terciopelo, rompiendo esta unidad únicamente un centro de lirios morados colocado a los pies de la imagen.
Sus nazarenos visten túnica negra con ribetes y botonadura rojos, capirote rojo con el escudo de la Cofradía, capa del mismo color con el escudo del Cordero, cíngulo rojo y guantes blancos. Destaca como curiosidad que, a partir de 1997, el paso, que anteriormente iba a ruedas,
comienza a ser sacado por una cuadrilla de costaleras, marcando un hito en la ciudad, pues es la única imagen portada por mujeres, quienes además sacaron en la Procesión Magna de 2002 el paso de Nuestra Señora de las Lágrimas. Actualmente portan el paso 32 costaleras, siendo su capataz D. José Fernando Fernández Perianes.

Nuestra Señora de la Piedad

La recuperación de esta imagen para la Semana Santa pacense está inevitablemente unida al nombre de Juan Manuel Expósito, asesor artístico de la Hermandad, y que gracias a su labor y entusiasmo ha conseguido poner en la calle esta magnífica talla. Él rescató esta imagen de las dependencias de la iglesia, restaurándola, diseñando el paso, construyendo la estructura de las andas con algunos colaboradores, reuniendo fondos, etc., incluso bordando él mismo el manto que estrenó la Virgen de la Caridad en 1996. Esta iniciativa fue acogida con entusiasmo por los fieles, que han demostrado gran admiración y devoción por la imagen, que en 2003 unió su nombre a los de los demás titulares de la Cofradía al ser renovado el nombre de la Hermandad.
Se trata de una talla de autor desconocido, datada entre los siglos XVI y XVII, y que probablemente proceda de la antigua iglesia de Santa María del Castillo, situada en aquellos siglos en el recinto amurallado de la ciudad. Las imágenes son de talla completa, incluidas las ropas. La figura de la Virgen de la Caridad es de una calidad sobresaliente, destacando la exquisitez y la expresión de su cara, mientras que la talla del Santísimo Cristo del Amor presenta un notable estudio anatómico del cuerpo en escorzo, mientras que la expresión del rostro muestra unos rasgos sencillos pero de gran pureza. La Virgen cubre su cabeza con una toca negra bordada en oro, y salió en 1995 llevando un antiguo manto de terciopelo negro bordado en oro perteneciente a la Virgen del Mayor Dolor, estrenando en 1996 el manto bordado por Juan Manuel Expósito, de color negro y bordado en oro, sedas de colores y azabache, que presenta un diseño floral realizado por el mismo autor y rematado por el escudo real en relieve. Actualmente, y como muestra del gran cariño que se le ha tomado a la imagen en los pocos años que lleva procesionando, unas hermanas de la Cofradía le han bordando otro manto en oro sobre terciopelo negro. La Virgen luce en su pecho un corazón de plata dorada rematado por la llama y traspasado por siete puñales simbolizando los dolores de la Virgen. Sobre su cabeza lleva una diadema estrenada en 1996, diseñada y realizada por el orfebre sevillano José Manuel Ramos de Rivas en metal dorado y repujado, resultando una obra sencilla pero de gran calidad artística.
Las andas del paso son antiguas y pertenecieron a una imagen del Corazón de Jesús.La canastilla presenta un estupendo trabajo en talla dorada y policromada al estilo barroco, destacando en el frontal una gran cartela central con un corazón pintado, al igual que una corona y un cáliz que se disponen a los lados en dos medallones más pequeños, todos ellos orlados de rocallas. En la trasera se repite la misma decoración vegetal, con pinturas de la corona de espinas con los tres clavos, los dados y un corazón, llevando en los laterales el mismo trabajo con diferente simbología.
La originalidad del paso se hace más patente en las figuras que adornan el paso: en las esquinas cuatro graciosos angelitos sostienen los centros de lirios morados que lo adornan, portando los traseros en algunas ocasiones dos candelabros antiguos restaurados. Detrás de la imagen de la Piedad va la Cruz de toalla con cantoneras, medallón y rayos estofados en oro, antigua Cruz de guía de la Hermandad, y restaurada por Juan Manuel Expósito en 1994. Pero lo más llamativo del paso es su parte trasera, donde están situados dos magníficos ángeles tallados saliendo de unas nubes, que por su gran tamaño hacen que más bien parezca la delantera del paso. No acompañan a esta imagen nazarenos, sino mujeres ataviadas con mantillas negras, que llevan prendido en el pecho la medalla de la Hermandad con lazo color rosa cardenal. Llevan el paso 22 costaleros, siendo su capataz D. José Pedro Palomo Faz.

María Santísima del Mayor Dolor

A pesar de que la talla original de la Virgen del Mayor Dolor resultó destruida en 1936 durante la Guerra Civil, la Hermandad, que no había cesado en su actividad de culto, encargó rápidamente esta nueva talla para sustituir a la anterior, datada en el S. XVII, y que al parecer era de gran valor. Esta nueva talla, es actualmente una de las más bellas y de más mérito artístico de las que desfilan en la Semana Santa de Badajoz.
Obra del maestro sevillano Antonio Castillo Lastrucci, destaca por su belleza y por sus rasgos de gran expresividad, además de por unas magníficas manos, talladas con gran realismo. Al parecer, la figura tuvo que ser traída de Sevilla a escondidas y envuelta en una manta, según algunos, por las dificultades de aquellos momentos, y según otros porque tras exponerse la imagen en Sevilla, se negaron los sevillanos a que saliera de la ciudad una imagen de tal calidad.
La Virgen va exquisitamente vestida, luciendo una blonda de encaje y blonda bordada enoro, regalada por una devota en 1953. Posee varios vestidos: uno se realizó con los bordados de oro del traje que el torero José María Martorell donó a la Cofradía; permaneciendo todavía intacto el que en 1949 le regaló Manuel Benítez “El Cordobés”.El traje que lleva en la procesión es de terciopelo negro bordado en seda blanca y pedrería, obra de las monjas de Villafranca de los Barros, quienes también realizaron en los mismos materiales el soberbio manto. La Virgen posee además otros dos mantos de procesión: uno de terciopelo negro bordado en oro, muy antiguo y de gran valor, al que se le han añadido recientemente nuevos bordados, y otro de terciopelo azul sin bordar. Suele llevar un fajín de seda blanca bordado o un artístico cinturón bordado en oro con el traje de torero antes mencionado. La corona que luce es una pieza antigua realizada en plata dorada y repujada, con pedrería, perlas y lapislázuli.
La imagen descansa sobre una peana tallada y dorada, realizada por la Casa Artes de Badajoz, quienes también realizaron el paso entre 1953 y 1961. El paso luce espléndidos respiraderos tallados y dorados en estilo barroco, destacando en el centro del frontal el escudo de la Cofradía tallado bajo corona real, sobresaliendo otro medallón inferior, así como los que rematan las esquineras del paso; el faldón de terciopelo negro lleva el frontal bordado en seda y pedrerías con el escudo del Ave María y cuatro dibujos en las esquinas. Lleva un palio bordado en seda, sostenido por doce varales plateados,además de candelería plateada y faroles de cola de ocho brazos plateados y repujados obra del orfebre Ramos. Las ánforas plateadas portan parte de la decoración floral, formada habitualmente por claveles, rosas y flores silvestres, la mayoría donadas por los devotos.Visten sus nazarenos túnica blanca con ribetes y botonadura azules, capirote azul con el escudo de la Cofradía en el pecho, capa blanca con el escudo del Cordero, cíngulo amarillo y guantes blancos. Actualmente son 24 costaleros los que portan el paso, y es su capataz D.Joaquín Rodríguez León.

Imagen del Dulce Nombre de Jesús

A pesar de ser imagen titular de la Hermandad, y la que le dio título en su fundación en 1603, actualmente no sale en ninguna de las procesiones que se realizan, aunque sigue recibiendo culto público en su capilla.
La talla actual vino a sustituir a la original, que resultó destruida. Se trata de una imagen de talla completa y de tamaño medio, que fue restaurada en 1993 por Juan Manuel Expósito.